martes, 19 de octubre de 2010

DISTANCIA


Mi vida era un mundo de tinieblas,
la noche oscura se cernía sobre mi.
El corazón no me latía con fuerzas,
hasta que te encontré a ti.


Tus ojos de luna llena.
Tu boca de fresa fresca.
Los labios de fina canela,
los ojos de fresca menta

Hicieron palpitar mi corazón
de una forma inquieta.
Late por un motivo,
late por tenerte cerca.

Que la distancia no es camino,
ni los mares y océanos problema.
Que Dios bendito del cielo,
a los amantes, de lejos acerca.

Que jamás de tu mente me separes.
Ni de tu corazón cierres las puertas.
Que este frágil humano,
caería en la mas honda tristeza.

La felicidad de dos almas,
que sin rumbo vagaban.
El creador las pega.
Que lo que Dios une en el cielo
para toda la vida, unido queda.


Alberto Fernández Antunez.. Octubre 2010

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